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SONETO
Hoy mantener al pueblo en la ignorancia
garantiza al político el poder,
dispuesto como está siempre a joder
exhibiendo sus dosis de elegancia.
Lo mismo ocurre en Singapur que en Francia,
donde el pobre sin nada que perder
lo único que le puede suceder
será caerse muerto en la distancia.
Así la religión de condimento
al más humilde alivia su desgracia
mostrándole a los santos su sonrisa,
que bien jodido vive y bien contento
mientras le sobra al poderoso audacia
para enterrarle en vida de esta guisa.
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