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SONETO
AUNQUE SE CAMBIE DE COLLAR AL PERRO
Aunque se cambie de collar al perro
la rabia de rufián no disminuye,
ni que lo agote al descender el cerro
si es que en su corazón la sangre bulle.
Si es que quien en disculpas se diluye
no ha de tener en orden la chaveta,
si detrás de sus tretas se escabulle
de hiel el alma tiene bien repleta.
Hoy lo que suelte por la boca el jeta
ya carece de todo fundamento,
si ni a su propio salvador respeta
que las palabras se las lleva el viento.
Dicen que de tal palo tal astilla
cuando al tramposo siempre se le pilla.
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