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SONETO
PELOS CANOS
Que no te oiga niña mi manada
los juicios que te traes entre manos,
porque al considerarlos tan insanos
si te oyen te darán la puñalada.
Pues en alto tendrán siempre la espada
quienes teniendo ya los pelos canos
con pensamientos, a saber, ufanos
pudieran acusarte de chalada.
Y ocurre que sintiéndonos ya viejos
si con tus bromas típicas nos hieres
antes has de medir tus intenciones,
puesto que si arrugado los pellejos
ves, aún nos persiguen las mujeres
por disfrutar aún de nuestros dones.
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