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MUDO Y CIEGO
Volverme no deseo mudo y ciego,
como si de repente una mordaza
se propusiera silenciarme el ego,
dándome noche y día buena caza.
Si cuanto digo y pienso perjudica
sin dudarlo al sistema gobernante,
cuando si la basura le salpica
a la menor de cambio dan el cante.
Será que si no somos obedientes
tampoco lo seremos muy felices,
si a la postre sacándonos los dientes
con patrañas taponan los matices.
Total que el hombre cábalas propone
y al final del trayecto Dios dispone.-
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