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ACUSAR DE ABSTEMIO
Me podrán acusar quizás de abstemio
los dueños del tugurio de la esquina,
porque alejado vivo de ese gremio
al producirme demasiado inquina.
Por eso a mí el cerebro me rechina
al ver tan singular incoherencia,
si por considerarme hoy un gallina
al dueño tranquiliza su conciencia.
Será que soy virtuoso ya en esencia
y renegar de mi razón no puedo,
por lo que pido por favor paciencia
si acaso en mis propósitos me enredo.
Quiera Dios que jamás mis inquietudes
sucumban en honor de multitudes.-
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