EL DINERO

El dinero al final lo puede todo
aunque un remordimiento de conciencia
un revolcón nos pegue por el lodo
permitiendo entrever su indiferencia.

Habrá quienes a Dios pidan clemencia
temiendo los tormentos del infierno,
cuando siendo un cadáver en su esencia
le importó el prójimo a menudo un cuerno.

Por eso de los bancos no me fío
cuando ganan en público millones,
porque actuando con sumo poderío
establecen sus propias condiciones.

Así con semejante dictadura
ni Dios escapará de esta locura.-

Luis Pérez