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BIEN CLARO ESTÁ
Bien claro está que el avestruz no vuela
hoy por pasarse como yo de peso,
aunque nadie le acuse aún de obeso
al entender de sobra que no cuela.
Pues no deja de tener mucha tela
que por no aparentar vetusto y grueso,
salir pudiera de este mundo ileso
tratando de correr que se las pela.
Ya sé que nadie de la muerte escapa,
ni tan siquiera aquel que más disfruta
porque a vivir se aferre aún cual lapa
sin que ningún marrón le repercuta,
porque siendo feliz en su masía
consciente no será de su agonía.-
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