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SONETO.-
Dicen que de tal palo tal astilla,
que si razones tienes más que un santo
nadie podría igual morir de espanto,
si en un renuncio el padre va y te pilla.
Y es que si la mujer de la costilla
de Adán bella salió, pregunto¿cuánto
tiempo Dios empleó, para que encanto
tan cruel lograra andar de maravilla?
Será por eso que gritando al cielo
a menudo no duermo por las noches
pensando que a comerme venga el coco,
de forma que si acaso me desvelo
con porras desayuno los reproches
si logro sacudirme del sofoco.-
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