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Soneto Cautivo..
A la mujer casada
nunca le falta adonis que dispuesto
meta sus compromisos en el cesto
claro, mientras mantenga la boca bien cerrada.
Porque si su familia se da por enterada
podría su marido andar molesto,
y quién lo negaría descompuesto
viéndole la mirada.
Pues apabulla singular sorpresa
que te encuentres en casa semejante regalo
queriendo disfrutar comodidades,
sabiendo sobre todo cuánto en el alma pesa
llevarse semejante varapalo
al tener que aguantar tantas barbaridades.
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