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A MESA PUESTA SOBRAN LOS REPROCHES
A mesa puesta sobran los reproches,
cuando comer de gorra y a menudo
no siempre antaño en la niñez se pudo,
aunque de gala fueran los trasnoches.
Será que sacudiendo la memoria
símiles adecuados ya no encuentro,
que de forma quizás aleatoria
daño pudieran hoy hacerme dentro.
Pues si la próstata a mi edad amigo
a todo jubilado preocupa,
de acuerdo tú estarás también conmigo
en que observemos el menú con lupa.
Que siendo el filetón vasco o canario
de más no está llamar a Super Mario.-
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