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Soneto Cautivo.-
A cuenta de los gitanos
muchos son los que siempre se aprovechan
porque con sus tentáculos acechan
donde quiera que pongan sus lujuriosas manos.
Puede que echen la culpa a sus propios hermanos
pero son parroquianos los que mechan,
y los mejores réditos cosechan
siendo grandes villanos.
Porque engañan al más desprevenido
sin poner tope alguno a su gran avaricia
poniendo encima cara de inocentes,
tanto que a quien se escapa sin honores del nido
le harán pagar muy caro su pericia
como prueba de ejemplo a todos los presentes.
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