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HONRO AL VALLE, AL SILENCIO SOSEGADO
Honro al valle, al silencio sosegado
que se respira al zoco de su entrañas,
a ese Madrid que mira a la montañas
asfixiado en su propio y vil tinglado,
del más negro alquitrán aglomerado
por una inapreciable telarañas,
cuando su pueblo sufre de migrañas
al pretender vivir amontonado.
Cierto será que brilla la cultura
en la ciudad por todos sus rincones
donde cualquier artista vende su arte,
donde también se vive la locura
si dándole candela a los talones
ir de Madrid al cielo se comparte.-
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