Soneto Cautivo.-
Todo el mundo lo sabe:
la dichosa conciencia nos aplasta
porque aún siendo de familia casta
podría darse el caso que ni Dios nos alabe.
Pues viniendo así el caso ninguna duda cabe
que obviando los problemas de la pasta
algunas veces vamos de subasta
por miedo a que se acabe.
Porque así actúa aqueste juez interno
haciéndonos pagar todos los pormenores
que de pasada nublan nuestra vida,
convirtiéndola casi en el peor infierno
donde a veces se pagan los errores
a base de sollozos, la forma más temida.
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