Soneto Cautivo.-
Me ocurre cuando escondo
la falsedad de mi peor sonrisa.
si parece que luzca una camisa
de la cual por vergüenza casi nunca respondo.
Sin embargo decido continuar hasta el fondo
tal vez llevado por la dulce brisa,
como quien sale sin rubor de misa
viendo el trato redondo.
Quizás entre mentiras me debata
hasta que los disgustos me tumben por los suelos
cansado de sufrir sus consecuencias,
porque tarde o temprano bien se mete la pata
dando al traste con todos los consuelos
si muy poco ya importa la flor de las esencias.
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