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FELICES SON LOS POBRES...
Felices son los pobres, dice el rico,
mientras su tripa tenga bien rellena,
por más que celebrar la noche buena
ni un mendigo de pan leve a su hocico.
Por eso yo al tirano le critico,
porque teniendo la bondad de hiena
a todo malnacido le envenena
ver como sin escrúpulos da al pico.
No es la felicidad precisamente
un estado que dure de por vida
más allá de un efímero momento,
que volátil se muestra de repente
como ocurrir le ocurre a algún suicida
que se empalague de vivir del cuento.-
2
Y ASISTIMOS INCRÉDULOS...
Y asistimos incrédulos, mirando
que el mundo gira cada vez bastante
contracorriente, más si por delante
de nuestros ojos, alguien demostrando
que los tiranos nos están timando,
manifiesta de forma impresionante
lo que sin duda suena fascinante:
que este mundo prosiga aún rodando.
De forma que el desastre presto avanza
a la velocidad del raudo trueno
cada día aumentando su energía,
como si hiciera su luctuosa danza
regando todo del mejor veneno
que la mente produzca todavía.
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