Para mí que una ley humana
me explique por qué los presos
de gorra viven tan tiesos
sin dar golpe a la tangana.
Que escardada ya la lana
más parecen premiados
que sin duda castigados,
la sentencia es de jarana.
De gratis cama y comida
asistencia por un tubo
hasta exigen sus derechos,
y si alguien se descuida
porque allí jamás estuvo
los considera maltrechos.
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