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JOCOSO DESAMOR
¿Acaso no alimentas
tus absurdos temores y recelos,
dejando en entredicho tus anhelos
sin calcular bien claro el fin de las afrentas?
¿No es verdad que en invierno con mi amor te calientas
al buscar sin descanso los consuelos,
no sé quizás si fruto de los celos
que casi te revientas?
Si con fe mandas tus certeros dardos
contra mi alma inocente haciendo de mis noches
un infierno de falsas evasivas,
y no precisamente una alfombra de nardos
carente de simbólicos reproches
sino más bien de hipócritas misivas.
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