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Soneto cautivo.-
A menudo parece
como si la existencia se empeñara
en golpearnos de manera rara
allí donde a la peña menos mal se le ofrece.
Pues igual en la vida por mucho que se rece
ni se inmuta, y al pobre sale cara
como si ni siquiera nos brillara
el sol cuando anochece.
Y cuántas veces vemos los valores
a lo loco rodando a solas por los suelos
sin que nadie les preste el menor caso,
porque sólo interese vendernos los horrores
que nos ponga de punta hasta los pelos
mientras se siga el guión de un dichoso payaso.
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