Mi niña, tu corazón
es como un tesoro rico
que cuesta un riñón y pico
pero falto de pasión.
No me quites la razón
con la punta del hocico
que parece un abanico
lanzándome un cachetón.
De qué te sirve ser bella
arrastrando esos picores
si a medio mundo disgusta
que tan hermosa doncella
hoy comparta sus amores
utilizando la fusta.
|