Mientras cuente con brazos
que a mis entrañas hoy le den cobijo
con firmeza adelante me dirijo
aunque sean mis últimos y torpes coletazos.
Pues de sobra conozco que fuertes son los lazos
por los que sin descanso yo me rijo
pero que son también los que me exijo
lejos de los abrazos.
Alimentar no quiero más la herida
que me haga rechazar así las relaciones
mientras me abrace fuerte a mi silencio,
pues bastante resulta la batalla aburrida
para verme tan falto de atenciones
en mitad del camino que inocente presencio.
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