SONETO CAUTIVO.-
ME BLINDA UNA MURALLA
por tantos sinsabores permitidos
al recibir los besos desabridos
que sin permiso alguno me propinó un canalla.
Dicen que quien otorga sus intereses calla
previamente seguro convenidos
por sus más estrambóticos sentidos
pasándose la raya.
Gracias a esa muralla aún escapo
disfrutando de veras con cantidad de amores
que lúcidos se mueven por mi mente,
pues tan feo no soy, como diría el sapo
al menos degustando los olores
sin los cuales la lucha sería deprimente.
|