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A CADA CUAL LE TOCA IZAR SU VELA
A cada cual le toca izar su vela
hoy en la dirección que sople el viento,
porque la comisión del tres por ciento
estando solo en alta mar no cuela.
Que las olas no entienden de la pela,
como tampoco el sol del sufrimiento,
que padecen las monjas del convento
cuando sienten que nadie les consuela.
Será por los masajes y los baños
que mis músculos rápidos funcionan
igual da en el pilón que en una cama,
pues abiertos están todos sus caños
menos cuando las damas le arrinconan
y sus fuerzas se piran por la rama.
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