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Soneto.-***.-
Mi aliento está reñido con la mente
cuando alardea su saber de bruja,
que sin temor alguno bien que empuja
incluso de manera incoherente.
Pues sin más se dispara de repente
y contra la pared sin fin me estruja,
como podría hacer cualquier granuja
que me pudiera disparar de frente.
Y juntos libran su batalla interna
sin que valoren sinrazón alguna
tal cual encarnizados enemigos,
pues cada uno se esconde en su taberna
esperando que tengan la fortuna
de lograr convencer a sus testigos.
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