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TAL QUE FUERA UN REGALO ME SALUDAS
Tal que fuera un regalo me saludas
y con gran entusiasmo lo recibo,
pues sin pasión con esperanza vivo
siempre que a mis llamadas presto acudas.
Así firmamos este testamento,
libre de compromisos bochornosos,
y de común acuerdo fuera acosos
que decirlo no viene más a cuento,
Pues caminando solos por el prado
entrometer no quiero más la pata
por si acaso la lengua va y se enreda,
que al mantener el ánimo estancado
como si me trincara una alcayata
darle no puedo vueltas a la rueda.
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