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Soneto.-***.
Una vez se atraviesan los infiernos
se adquiere la mejor porción de vida,
no sólo por hacerla entretenida
al sujetar al toro por los cuernos,
sino también porque al estar muy tiernos
no habrá nadie en el mundo que lo impida,
dando ya la misión por bien cumplida
sin las caricias ni el perdón maternos.
Porque muchas serán las enseñanzas
que se puedan sacar de los apuros
cuando sobre ellos fuéramos conscientes,
quizás al evitar las añoranzas
filtradas por los juicios más maduros
que de rancios se muestran tan presentes.
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