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PESAR NO TENGO DE ENCERRAR AL JETA
Pesar no tengo de encerrar al jeta,
que traficando por el mar la droga
trataba de engañar al de la toga,
ofreciéndole parte de la teta.
Yo jamás disparé con escopeta,
aunque si utilicé por dios la soga,
cuando un proveedor casi me ahoga
al ponerle en pelotas con su treta.
A nadie recomiendo este trabajo
si sobre el tema tiene algún criterio
sobre tan catastrófico negocio,
al ver como remueve un renacuajo
los hilos del poder sin más misterio
que compartir la pasta con su socio.-
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