SONETO.-

Aunque sólo el silencio es quien responde
no dejaré de preguntar al cielo
por que siendo la fuente del consuelo
obliga a mi razón que se desfonde.

Si lejos voy de ser marqués o conde
y mi fortuna cabe en un pañuelo,
en olvidarme pone tanto celo
que sus respuestas todas las esconde.

Yo un calvario no haré de mi existencia
porque vivir pretendo mi presente
lo más naturalmente previsible,

sin tener que amargarme la paciencia
preguntando si siendo incoherente
fuera mi vida fácil o imposible.

Luis Pérez