Soneto.-
El clima está cambiando por momentos
sin que nadie parezca darse cuenta;
nuestro globo terráqueo se revienta
dejando atrás heridas y tormentos.
Y es que por beneficios suculentos
la gente su fortuna cree exenta,
porque de los desastres no escarmienta
a la práctica lleva sus inventos.
Porque encima se viene un cataclismo
exhibiendo sus fuerzas de repente
en un mar de frecuentes vendavales,
y válganos de ejemplo el conformismo
para dejarle claro a nuestra mente
cuan peligrosos son los temporales.
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