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Nada importa que el mundo se desboque
convertido en un fraude galopante,
si por mirar de frente y adelante
modificar le cuesta ya su enfoque.
Ojalá que el destino se equivoque
y aunque por la galaxia vaya errante,
ausente no camine tan campante
y con su propia incoherencia choque.
Será que la esperanza ya se agota
y nada importa destrozarlo todo
cuando de frente estalla la evidencia,
tanto que la cordura yace rota
por las cloacas en mitad del lodo
aunque igual le remuerda la conciencia.-
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