Manos con fe, por el dolor unidas,
que buscan la razón de su existencia,
mientras al mundo piden en esencia
que el poder las desate de sus bridas.
Quizás porque sus pieles muy heridas
alertar se proponen la conciencia
de quienes con su absurda prepotencia
fácil cercenan de raíz sus vidas.
Que huelgan las palabras pretenciosas
que quieren acallar el sufrimiento
de aquellos que no tienen voz ni voto,
aunque pudieran parecer hermosas
sin antes por Dios, no se las lleva el viento
manipulado por control remoto.-
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