SONETO.-

¿Para qué zambullirme en tu regazo
con la intranquilidad de malquererte,
si no existe intención de convencerte
que algún día me des un gran abrazo?

Permite que conserve mi espinazo
para cuando el sofoco del perderte
se satisfaga y quiera proponerte
que ya tendrán mis sueños tu rechazo.

Cuando los ojos no distingan libres
que entre tantas miradas agradables
quizás se preocupen en exceso,

y encontrar ya debieran sus calibres
diciendo que se sienten vulnerables
al recibir de ti su enorme beso.

Luis Pérez.

Luis Pérez