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Escondiendo en mis labios la sonrisa
puse mis quejas bajo la almohada,
hasta que vi mi tenue piel quemada
y tuve que quitarme la camisa.
Caro pagué a menudo la divisa
manifestando amores a mi amada,
que de placer reía como un hada
lejos de parecer tal vez sumisa
Así que siendo la pelea dura
la huida yo organicé muy en secreto
que inmune ya me hiciera incluso al daño,
porque rayando estuve la locura
tratando de encontrar algún respeto
que supusiera siempre algún apaño.
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