Soneto Cautivo.-
Tiene un par de narices
el jubilarse a los sesenta y siete
cuando la juventud nos arremete
en paro permanente faltos de directrices.
Creo que muy profundas serán las cicatrices
aunque al momento nadie las respete
reflexionando a golpe de machete
sin cuidar los matices.
Si faena no hubiese para todos
que trabajen los jóvenes que bien lo necesitan
para poder probar su independencia,
que mucho hemos sudado algunos ya los codos
y fácil los oídos hasta pitan
por no saber a tiempo controlar la paciencia.
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