|
Si nuestra vida se resuelve en casa,
¿por qué razón buscamos siempre fuera
a costa de sacar de la chistera,
remedios que parecen una guasa?
Porque sin que se sepa lo que pasa,
lo extraño apadrinamos por bandera
sin que al fin nos importe la manera,
por la que nuestro encéfalo se abrasa.
Sería interesante ver el cómo
del tormento resurge con coraje
una fuerza con fe desconocida,
y que también supone con aplomo
muchas veces un buen aprendizaje
para el resto de nuestra frágil vida.
|
