DÉCIMA ESPINELA.-
SE ROMPÍAN LOS TOBILLOS
corriendo con la pelota
pues igual que una bellota
alegraba a los chiquillos.
Muchos eran monaguillos
elegidos por el cura
el cual siendo un cara dura
a las damas engañaba
y a la cama se llevaba
al hacerse noche oscura.-
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Publicado el: 20-05-2014
Última modificación: 00-00-0000
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