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Mientras unos nos timan
otros se pueden hoy quedar sin techos,
porque al carajo manden sus derechos
aquellos que robar a diario no escatiman.
Podrá ser que en España los intereses priman
y los políticos quizás maltrechos,
corruptos y también insatisfechos
al dinero se arriman.
En entredicho por pasota,
a tenor de las últimas y burdas detenciones,
la solidaridad del empresario,
que incluso presumiendo de rico y de patriota
cuentas tendrá que dar de sus marrones
de momento entre rejas como cualquier sicario.
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