Muy dichoso el borracho saborea
Muy dichoso el borracho saborea
casi sin darse cuenta su aguardiente,
pues previendo su estado deprimente
sólo disfrutará su melopea.
Y le habrá de costar una odisea
conseguir observarse como ausente
al mirarse de cara ante un pariente
que le pida tocarse la azotea.
Mucho no se consigue tras la moña,
tal vez cubrir y sofocar el trance
que le haga que se olvide de momento
qué daño causa el vino de Borgoña
cuando se está a distancia del balance
que media entre razón y sufrimiento.
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Publicado el: 20-11-2013
Última modificación: 00-00-0000
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