Marino soy de forma compulsiva
porque al sentir los credos sin pasión
vivo siempre sin pausa ni razón
como bote bogando a la deriva.
A merced de las olas va mi estiba
y firme al mástil bate el maretón,
que ni poniendo todo mi tesón
logro tener la proa en perspectiva.
Pero busco en el mapa el mejor viento
y aparece al final el horizonte
guiado por la sabia y fiel estrella
que siempre me acompaña de momento,
hasta que viendo más de cerca el monte
vuelo como si fuera una centella.
|