Salud siempre al velero deseamos
mientras sortea con temor las olas
haciendo sin cesar sus carambolas
para encontrar el rumbo que buscamos.

Porque si a sotavento le viramos
pronto desaparecen las vitolas
que simulando lindas amapolas
nos dice que a largar las velas vamos.

Y tan fiel a su proa el casco gira
que hasta inclina su mástil reverente
mirando vertical al mismo cielo,

mientras la arboladura bien se estira
sujetando la jarcia desde el puente
para poder bogar en paralelo.

Luis Pérez