|
A menudo a propósito me escondo
en el mezquino abrazo del provecho,
porque al ver que no alcanzo nuca techo
de mis propios pecados no respondo.
Quien sabe si de risa yo me mondo
y descansar descanso satisfecho,
como un hombre ya hecho, bien derecho,
humilde sí, quizás, pero cachondo.
Bueno será que incluso así me rete
si del tiesto los pies mañana saco
al buscarme de incógnito la vida,
porque mejor será que me respete
que no verme famélico de flaco
solo tratando de sanar la herida.-
|
