Con ternura te comparo
con la niña de mis ojos
y a besar tus labios rojos
no pondré ningún reparo.
Igual te parezca raro
que te muestre mis sonrojos
derritiéndome entre hinojos
al disfrutar de tu amparo.
Así que decirte quiero
cuánto mi amor significas,
llenándolo de atenciones
con el más cuidado esmero,
el de las cosas más ricas
generosas de razones.-
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