Entre risas y llantos confundido
se hunden las arrugas de mi cara;
quizás si algún gestor me aconsejara
recuperar me hiciera los sentidos.

Pues teniendo los poros muy heridos
ya me saldría la factura cara
seguir usando sin razón la vara
para que no se escuchen mis berridos.

Pues la doble moral igual complace
como practican muchas religiones
a la conducta diaria de sus clientes,

por lo que hurtar impuestos hoy ya se hace
sin que nadie detenga a los ladrones
a costa de los pobres inocentes.

Luis Pérez