Si entre blancos algodones
creo, hubiese yo nacido
andaría agradecido
exhibiendo mis galones.
Pues de sobra tendría dones
para verme complacido
y porqué no, permitido
ser el as de corazones.
Pero no tuve esa suerte
y por los años cincuenta
las dichosas dictaduras
sólo sembraban la muerte
al considerar afrenta
andar libre de ataduras.-
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