Hoy de nuevo a la ventura
abandono mis raíces,
pues borrando cicatrices
liquido cualquier factura.
Igual supone locura
pensar que los infelices
nunca comemos perdices
porque olemos a basura.
Porque a pesar de las canas
de moverme no me canso
mientras la sangre en mis venas
corra todas las mañanas
sin tomarse ni un descanso
cuando atrás deja sus penas.-
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