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Navego tan atento por los mares
que la misa la dejo siempre a medias,
y aunque a veces me pierdan las comedias
opino que no sean mis manjares.
Quizás siempre me evada entre avatares
como también diré de las tragedias,
que a veces usan bocas intermedias
para anidar por díscolos altares.
Queriendo entrar los jefes en razones
no asumo la injusticia del destino
si a la fuerza he de ser desobediente,
pues si quien manda usara sus calzones
más de uno tomaría su camino
sin prejuicios en caso de accidente.
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