Trabajo siempre me costó señores
Trabajo siempre me costó señores
admitir que a los cielos mi alma fuera,
porque subir cansada no supiera
apremiada sin cálidos honores.
Y sobrar no me sobran los favores
si libre de pecados estuviera
puesto que al detestar cualquier bandera
desfallecer me harían de sudores.
Pues con la espalda siempre retorcida
a la iglesia vigilo de reojos
con las antenas a los cuatro vientos,
no fuera que limosnas hoy me pida
esa manada de mezquinos piojos
cuando acólitos surgen hoy a cientos.-
|
Copyright © Todos los derechos reservados.
Publicado el: 13-06-2013
Última modificación: 00-00-0000
|