Si nací pobre y cándido sujeto
cómo es probable que termine ahora,
sintiendo que mi espalda mucho llora
como si fuera sólo un esqueleto.

Quizás pierda a menudo su respeto
y le trate de forma agotadora,
cuando al subir sin calcular la eslora
desconozco el lugar donde me meto.

Será que la cultura despedaza
todo cuanto al instinto se refiere
haciendo parecer que lo importante

es terminar con éxito la caza
aunque el tesoro de la vida fuere
lo mejor que se tiene por delante.

Luis Pérez