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Si buscando el perdón de mis verdugos
me sorprendo remando a la deriva,
mal no veré si de manera esquiva
lejos se ponga mi piel de los tarugos.
Típicas son las charlas de besugos
que cuando de derechos se nos priva,
de manera digamos, agresiva,
daño nos hacen mogollón sus yugos.
Porque cuando el orgullo les traiciona
muchos placeres todos se permiten
bajo la luz incluso de la luna,
aunque exhaustos perezcan en la lona,
siempre que los abusos se repiten
y esperanza no quede ya ninguna.-
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