No quiero dialogar con los poderes
y menos discutir con su verdad
porque sin valorar su vanidad
muy mal repartiremos los deberes.

Siendo así que según los menesteres
tan bien que se hace oír la autoridad
tratando hacernos ver que la maldad
nada tiene que ver con sus placeres.

Quizás en otros mundos sí que existan
formas de vida más beligerantes
de las que por aquí ni se conocen,

y que nadie lo dude que subsistan
seres de corazón alucinantes
que sin duda hoy por hoy se desconocen.

Luis Pérez