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¿Cómo podría verme en el pasado
si no con ojos de culpable herido,
si rompiendo la paz de mi ronquido
dejé mi libertad en el tejado.?
Hoy parezco un pollino acorralado
con temor a sentirse protegido,
sospechando el paquete consabido
que encima sufriré por descontado.
Mucho no puedo hacer a estas alturas,
más que verme arrastrado a la corriente
y disculpar un poco la conciencia,
procurando pararme en las dulzuras
que sosieguen y fluyan a la mente
su gran capacidad a la abstinencia.
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